Historia del vestido de luces. Arte ycultura


Justo Algaba es uno de los máximos exponentes en la confección y diseño de los vestidos de torear desde hace 48 años. Junto a su hermano Pedro han marcado tendencia y moda en sus creaciones taurinas que han llevado mucho más allá de los ruedos.
 
La exposición ‘’Justo Algaba. Vestido de luces. Arte y Cultura’’ que hace unos días pudimos disfrutar en la Casa de Vacas del Parque del Retiro en Madrid, ha sido la muestra de la evolución de los trajes de los toreros desde mediados del siglo XIX hasta nuestro días.


En ella hemos visto auténticas obra de arte en los vestidos de Frascuelo, Lagartijo o El Espartero, pasando por los de Rafael de Paula, Paco Ojeda, Espartaco, Dámaso González, Luis Francisco Esplá hasta los modernos y pintorescos vestidos picassianos.
Un lujo para la vista observando el paso de los años y la necesidad de acoplarse y amoldarse a los nuevos tiempos. Y es que como ocurre en casi todos los sectores, el taller de los hermanos Algaba también se ve afectado por la crisis y los nuevos tiempos, de ahí que quieran dar ese paso más en el diseño de los vestidos de luces y darles un toque moderno.
La cusa principal que le lleva a dar este giro se debe fundamentalmente a la pérdida de oficio de la bordadoras, como nos cuenta Justo ‘’hoy día se han perdido, son muy pocas las que quedan y nosotros hemos querido enseñar a gente joven pero se trata de un oficio que nadie quiere aprender’’. Por lo que en breve los diseños pasarán de ser de ‘’mano’’ a ‘máquina’’, ‘’con menos trabajo, menos costosos pero conservando su belleza y originalidad en los diseños’’.

‘’No se va a notar casi nada, seguimos vistiendo a los toreros igual pero con estilos diferentes. Además son trajes que duran más, pesan menos y se hacen en menor tiempo’’, añade Justo.
Sin embargo esta búsqueda ‘’hacia el futuro’’ es algo en lo que ellos ya llevan trabajando desde hace tiempo como nos cuenta Pedro ‘’hemos roto los moldes del clasicismo puro y duro, hasta la creación de unos vestidos más ligeros y con otra vistosidad’’.
Justo y Pedro buscan la armonía perfecta en todas las prendas de un vestido, no sólo centrados en el vestido en sí, sino que muestran la importancia que tienen el resto de complementos a la hora de vestir a un torero para llegar al diseño perfecto.
Y en algo que coindicen los hermanos y uno de los proyectos que han ido trabajando estos años son las medias. Ambos coinciden en que hay que salir de lo tradicional y no llevar siempre el mismo color ‘’no siempre pegan unas medias rosas o salmón con un vestido. Nosotros hacemos ahora las medias a juego con el fondo del vestido, con la espiguilla según el bordado, para llegar a esa conjunción perfecta’’.
Más allá de colores se atreven a cambiar los materiales como cuenta Pedro, ‘’unas medias de seda y rayón que se ajusten más, son un poco más elásticas para que no produzcan las arrugas que hoy día vemos’’. En esa búsqueda de la conjunción perfecta estudian con minuciosidad al diestro a la hora de vestirlo porque como bien nos dicen ‘’ hay que saber qué color y bordado le va a cada uno ya que nos tienen la piel más morena que otros, depende también de su cuerpo, de la altura’’. Este es el primer paso que se da en la sastrería cuando se quieren hace un vestido de nuevo, y a partir de ahí, diseñar el modelo, elegir el color, los materiales y esperar alrededor de un mes o mes y medio para poder lucirlo ‘’un vestido que tenga la personalidad del torero’’.
Un viaje por la moda taurina a lo largo de 48 años en los que no han cesado en su trabajo y en el estudio para llegar a crear unos nuevos diseños atreviéndose con la originalidad en los colores, bordados, complementos y materiales adaptándolas a los tiempos que corren.
Goyescos y picassianos


En este repaso de la historia de los vestidos no nos podemos olvidar de los goyescos y picassianos, donde también han dejado impronta de su sello personal. Muchos son los vestidos goyescos que han salido de sus tiendas ‘’vestidos que hemos evolucionado, tienen otro dinamismo, las chaquetas son más ajustadas, son estilos distintos que están en un punto de alza buenísimo y que la gente los admira’’.
Recuerda Justo cuando empezó con los picassianos, ‘’fue con Manuel Díaz ‘El Codobés’, hemos hecho para Salvador Vega o Javier Conde. Todos ellos con pintura picassiana. Todo ha evolucionad y no nos podemos quedar atrás’’.
Por sus tiendas no sólo han pasado toreros, banderilleros o picadores también se han dejado llevar por la moda taurina nombres como Andy García, Plácido Domingo, Joan Manuel Serrat, Paul McCartney, Latoya Jackson… Y también hemos podido ver algunas de sus prendas en las portadas de algunos discos como ocurrió en su día con Roxette.
La exposición que se pudo ver hace unos días en Madrid puede que sea el inicio del sueño que siempre ha tenido Justo Algaba en mente, el de crear un gran museo con todas las piezas que conserva, de todo el arte y la moda que guarda en su tienda.


‘’En un futuro no muy lejano’’ como dice Justo que empezaría en su propia tienda de Madrid, en la calle Paz, en la que condicionaría dos plantas para exponer todas y cada una de las creaciones que ha ido realizando a lo largo de su trayectoria profesional.
Y después, la creación de ese gran museo para el que ya están buscando su ubicación, y que toda la gente pueda disfrutar de esas verdaderas obras de arte que durante 48 años, tanto Justo como Pedro han realizado y que muchos hemos podido contemplar cada tarde en los cosos taurinos.

Un museo con nombre propio: ‘’Historia del vestido de torear. Arte y cultura’’
Autora del artículo: Pilar Abad
Fuente: Revista de arte Logopress

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